La lucha interminable para prolongar la vida y contener las amenazas del medio ambiente es parte vital de la evolución que mantenemos como especie sobreviviendo al planeta. Los conocimientos científicos avanzan día a día desarrollando todo tipo de medicamentos, vacunas y terapias que aumentan la expectativa de vida de las personas, sin embargo las enfermedades son difíciles de erradicar, y su huella sigue desde la antigüedad aquejando el cuerpo y retando investigadores y médicos de todas las generaciones.

Arqueólogos han encontrado la huella de muchas enfermedades que tienen incidencia en la actualidad, y en textos como la Biblia, se mencionan otras que sin lugar a dudas son visibles aun en esta era de grandes avances tecnológicos. La lepra, por ejemplo, una enfermedad infecciosa crónica que afecta principalmente la piel, hoy en día tiene una prevalencia mundial de 0,2 casos por cada 10.000, es decir 177.000 personas nuevas cada año.

Otra enfermedad que sobrevive en la actualidad, y que es tan antigua, incluso mucho antes de los tiempos de Jesús, es la Tuberculosis. Se han hallado esqueletos de 9.000 años con rasgos de la misma. Aunque es curable, la tuberculosis es una de las 10 principales causas de mortalidad en el mundo.

Con seguridad muchos de los ciegos que menciona la Biblia curados milagrosamente por Jesús, pueden que hayan padecido de Tracoma. Esta infección ocular ataca al párpado superior, provocando una inflamación que hace que las pestañas crezcan hacia la córnea. Según la OMS se estima que el tracoma es endémico en 51 países y ha causado discapacidad visual a unos 1,8 millones de personas, de las cuales 500.000 tienen ceguera irreversible.

Muchos de los considerados “endemoniados” en las escrituras (Mt 4-24), seguramente padecían Epilepsia, un trastorno neurológico crónico que afecta a 50 millones de personas en todo el mundo. Su tratamiento es actualmente asequible a la población principalmente con fármacos anticonvulsionantes. Además, después de 2 a 5 años de régimen eficaz y una vez desaparecidas las convulsiones, los medicamentos se pueden retirar a un 70% de los niños y un 60% de los adultos, sin riesgo de ulterior recaída.

Los males de estómago son otra afección legendaria del ser humano, sin embargo una de las principales enfermedades asociadas a dolencias estomacales es el Cólera. Esta enfermedad diarreica aguda causada por la ingesta de alimentos y agua contaminados sigue siendo una amenaza mundial para la salud pública, y aunque existen vacunas anticoléricas en la actualidad, su incidencia es resultado de situaciones de falta de desarrollo social.

Desde tiempos de Jesús muchas enfermedades y padecimientos han trascendido hasta hoy: malaria, tumores, hemorroides, neumonía, herpes, disentería, parálisis, demencia, entre otras, para las cuales la humanidad ha logrado controlar y encontrar tratamiento. Sin embargo si buscamos seguir el ejemplo de Jesús, la principal de todas las batallas que, según la Biblia, él logró ganar fue a la muerte, siendo Lázaro el más famoso de sus resucitados. Para la comunidad científica, el reto sigue y los avances día a día se tornan más sorprendentes, y frente a un planeta cada vez más complejo, la estrella de la investigación surge como una esperanzadora luz hacia el futuro. Feliz Navidad, les desea Farmalium.

PD. La mirra, que fue llevada a Jesús por los reyes magos, se usa principalmente como aceite para fragancias y bálsamo en la piel. También se le atribuyen beneficios como antioxidante, además se usaba para tratar heridas e infecciones (antibacteriano) y como antiparasitario.

Redacción y realización: Equipo Farmalium