¿El frio provoca resfriado o gripa?
¡Mijo, abriguese que se va enfermar!” Son advertencias de nuestras madres en el momento de salir de casa, ¿qué hay de cierto en tanta insistencia?
Gracias a los impactos del cambio climático, es frecuente que en los países tropicales encontremos cambios repentinos de las condiciones ambientales: frío en la mañana, en la tarde un sol inclemente y cierra la noche con una repentina llovizna. Asociamos estos cambios climáticos con el aumento en la probabilidad de contraer enfermedades respiratorias, pero ¿que hay de cierto en esta concepción tradicional?.
Inicialmente vamos a aclarar varios términos, ya que no es lo mismo estar resfriado que tener gripa, ¿porqué? Si bien ambos son causados por infecciones virales, el resfriado es ocasionado generalmente por rinovirus y coronavirus; y la gripa por el virus de la influenza, de igual forma comparten signos y síntomas. Es común que una persona contraiga resfriados varias veces en el año, mientras que la gripa es mucho menos frecuente pero más profunda en el desarrollo de la enfermedad y de sus posibles complicaciones.
Ahora bien, ¿cuál es la relación entre las condiciones ambientales, el resfriado y la gripa? Investigadores de la universidad de Yale, en Estados Unidos, afirman que mantener una temperatura corporal estable ayuda a que las células respiratorias produzcan las sustancias biológicas encargadas de combatir los agentes infecciosos y una disminución o aumento en esta temperatura óptima, disminuye la capacidad de reacción del sistema inmunitario, creando un ambiente favorable para la reproducción viral y el desarrollo de la enfermedad: estornudos, secreción nasal, dolor de cabeza, ojos llorosos, tos, cansancio y malestar general. Es por eso que no solo la temporada invernal puede producir una enfermedad respiratoría, sino incluso el regresar de unas vacaciones en el cálido caribe.
Aunque las enfermedades no deberían extenderse más de dos semanas y es nuestro cuerpo el encargado de eliminar la infección, el tratamiento inicial para los dos casos consiste en dosis adecuadas de Acetaminofen o Ibuprofeno para tratar la fiebre, descanso y tomar bastantes líquidos.
Si estas recomendaciones iniciales no mejoran los síntomas, debe asistir al médico. No olvide que las poblaciones especiales como niños y ancianos requieren asistencia médica prioritaria y nunca está de más reconocer que una alimentación saludable y rutinas deportivas, nos hacen menos propensos a los agentes infecciosos.
Redacción y realización: Equipo Farmalium