El concepto de terapia se asocia muchas veces con una sesión tensa y dolorosa, especialmente cuando se habla de una fisioterapia; el tratamiento de lesiones por medios mecánicos, estiramientos, ejercicios o con la aplicación de agentes físicos como calor y frío intensos suelen alcanzar altos umbrales de dolor y hacer que una sesión de esta índole no se quiera repetir.

Caso contrario sucede con las terapias “modernas” en donde las enfermedades son tratadas desde una perspectiva alternativa, la recuperación no cuenta con una exigencia física, sino con una moderada carga de control y equilibrio mental. Hablamos de reiki, reflexología, masajes de todo tipo, biodanza, linfoterapia, terapia con animales, entre muchas otras. Sin embargo existe una terapia que se mueve entre la compleja línea que divide lo físico y lo mental, una terapia que surca los terrenos de lo preventivo y lo curativo, y sobretodo es una fisioterapia que el paciente querrá repetir por el bienestar alcanzado, hablamos de la terapia de inmunosexualidad.

Estudios demuestran que las personas sexualmente activas enferman menos, ya que el sistema inmunológico genera respuestas positivas creando una mayor cantidad de anticuerpos, al contrario de quienes no practican sexo. Es así como nuestro organismo está mejor protegido contra todo tipo de virus y microorganismos nocivos.

Practicar una terapia de inmunosexualidad es simple, debe mantener relaciones sexuales 2 veces a la semana. Los beneficios van mas allá de reforzar el sistema inmunológico, ya que esta terapia disminuirá la presión arterial reduciendo el riesgo de ataque cardíaco, mantendrá en equilibrio los niveles de estrógeno y testosterona que evitan la aparición de osteoporosis, y disminuirá la incidencia en el desarrollo de cáncer de próstata en hombres por la mayor cantidad de eyaculaciones.

Cuando sienta resfriado o dolor, la terapia de inmunosexualidad será de gran ayuda, ya que los orgasmos generan hormonas que elevan los umbrales de dolor bloqueando (especialmente en las mujeres), los molestos síntomas de dolor de espalda, de cabeza, menstruales y los producidos por artritis. Además reduce el estrés, disminuye los episodios de ansiedad y experimenta una sensación de autoestima, gracias a químicos que influyen en el cerebro como dopamina, oxitocina, endorfina y adrenalina, que aceleran el centro de placer. Además de ser un excelente ejercicio, quemando en promedio 10 calorías por minuto.

Uno de los caminos para lograr balance y armonía entre cuerpo y mente son los encuentros sexuales frecuentes, en especial si es con una pareja estable donde la confianza y la seguridad son elementos reconfortantes. De preferir la promiscuidad, recuerde protegerse contra las enfermedades de transmisión sexual y encontrar en la terapia de inmunosexualidad, una práctica de bienestar, deseo y expresión rutilante de vida.

Redacción y realización: Equipo Farmalium