No son virus ni bacterias de procedencia biológica, los causantes de los últimos males que agobian las nuevas generaciones. Una pandemia surgida del consumismo, afecta en silencio y con nuestro consentimiento, mente y cuerpo, lo más preocupante es que todos estamos expuestos a ella. Internet es el futuro hecho presente, sin embargo para acceder a la red usamos en exceso dispositivos tecnológicos como celulares, computadores, tablets y Smart TV, que están generando principalmente en los jóvenes, trastornos físicos y mentales, que aunque surgen de un mundo virtual, se expresan en la vida real. A continuación los principales problemas de salud producto de nuestra hiperconectividad.

CIBERADICCIÓN
Usted puede ser un adicto a las nuevas tecnologías e internet si presenta alguno de estos comportamientos: Ansiedad por estar conectados a internet todo el tiempo, tener miedo a no estar cerca de su celular (nomofobia), sentir dolor muscular o de espalda debido a cargar siempre un portátil, sentirse obsesionado por un videojuego y pasar más de 12 horas al día en dicha actividad. Son claros síntomas de una adicción, que como cualquier otra, debe ser tratada y controlada.

ENFERMEDADES OCULARES
Según la OMS existen 153 millones de personas en el mundo con discapacidad visual por errores de refracción, miopía, astigmatismo e hipermetropía. Expertos concluyen que debido al uso prolongado de celulares, y computadores, la miopía puede ser una epidemia en la próxima década. La exposición excesiva a la luz de dichos dispositivos, especialmente en la oscuridad también produce resequedad y tensión ocular. Las recomendaciones para evitar este tipo de dolencias son simples: realizar pausas activas para lubricar los ojos y estar mucho más tiempo al aire libre.

PROBLEMAS DE AUDICIÓN
El 5% de la población mundial, 360 millones de personas, padece de perdida de audición. De ese porcentaje, 32 millones son niños. Algunas de las causas adquiridas tienen que ver con enfermedades infecciosas o envejecimiento, sin embargo, la incidencia aumenta debido a la exposición a ruido excesivo, producido principalmente por actividades recreativas, como el uso de audífonos a alto volumen durante largos periodos de tiempo.

TRASTORNOS MENTALES
Este es quizá el problema más sobresaliente causado por el uso excesivo de dispositivos tecnológicos. La depresión, la ansiedad, el aislamiento, la pérdida de placer, son enfermedades que se relacionan directamente con las nuevas tecnologías. El mundo imaginario e ideal que se expresa en las redes sociales, genera depresión en quienes ponen en entredicho su vida frente a la de otros, aparentemente más felices y exitosos. Además, la sobreexposición de la vida cotidiana en redes sociales, no solo puede ser peligrosa para que los criminales conozcan datos sobre las personas, sino que evidencian trastornos de personalidad narcisista. Encontramos otro tipo de desorden mental en comportamientos como la Cibercondria, que es la hipocondría “digital”, en donde se cree sufrir de una enfermedad después de haber leído de ella en internet o, El Efecto Google, que ralentiza la memoria, haciendo que nuestro cerebro no se esfuerce por recordar información, ya que todo lo buscamos de inmediato en Google.

DAÑOS EN EL SISTEMA NERVIOSO Y ACCIDENTES POR FALTA DE ATENCIÓN
Los campos electromagnéticos que emiten los dispositivos tecnológicos están relacionados con enfermedades del sueño, fatiga, vértigo e incluso con la aparición de tumores, según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer. También es un hecho el aumento de accidentes por distracciones debido al uso de celulares. Los conductores que hablan o envían mensajes de texto mientras conducen, corren un riesgo cuatro veces mayor de verse involucrados en un accidente.

Enfermedades como el síndrome de túnel carpiano, sifosis (jorobas), afecciones en los tendones (tendinitis de Quervain), epicondilitis (inflamaciones en codos y articulaciones) y obesidad además de las ya mencionadas, se suman a la lista de cibertrastornos. La influencia del mundo digital en nuestra salud es un hecho. Es nuestra responsabilidad tomar las medidas necesaria para prevenir los efectos que conlleven a complicaciones graves o irreversibles. Antes de dormir evite las pantallas, la luz brillante que emiten inhibe la producción de melatonina, una hormona que induce al sueño. Deje en casa su cargador para obligarse a usar el celular con moderación. Realice con más frecuencia actividades físicas en donde no pueda usar su celular. Antes y después de utilizar los dispositivos, haga ejercicios de calentamiento y siempre haga pausas activas. Por cada 60 minutos al frente del computador, permanezca 10 de reposo: levántese, mire a través de la ventana, parpadee y relájese. La solución es no depender. Recuerde que la tecnología es una herramienta, no la convierta en una obsesión, no la transforme en una enfermedad.

Redacción y realización: Equipo Farmalium