Salud

Naturaleza cosmética

Naturaleza cosmética

La tendencia a consumir productos naturales se extiende a todos los ámbitos del mercado. Presentamos una perspectiva desde el punto de vista cosmético.

En los últimos años se ha incrementado la preocupación por el consumo de productos que provengan de fuentes naturales, en lo posible, con un mínimo de procesos o que no contengan aditivos que puedan desencadenar reacciones indeseables. La motivación para este creciente mercado es en algunos casos mediático, ya que la información es conveniente o sesgada; sin embargo existe evidencia científica la cual pone al descubierto que algunas sustancias sintéticas pueden generar efectos negativos sobre la salud. Recientemente el mundo se conmocionó con el retiro del triclosán, por parte de la agencia de medicamentos y alimentos de los Estados Unidos, en jabones de manos y geles de baño antibacterianos de venta libre, por no demostrar que su uso es más seguro que el jabón tradicional y el agua para la prevención y la propagación de ciertas enfermedades, incluso se asocia con resistencia bacteriana o efectos hormonales.

Un grupo de productos que se ha visto permeado por esta nueva ola “de lo natural” es el de los cosméticos. Estos son parte fundamental de nuestra cotidianidad: shampoos, jabones, cremas, perfumes, bloqueadores; algunos permanecen en nuestro cuerpo durante días o semanas, por lo que es normal que los usuarios busquen alternativas más “saludables” que satisfagan sus preocupaciones. Varios conceptos han surgido con esta tendencia: orgánico, ecológico, natural, hipoalergénico, son términos frecuentemente encontrados en nuestros productos cosméticos, pero ¿realmente que significan y en que se traducen?.

Empecemos explicando que realmente no hay un consenso, ni un control exhaustivo por parte de las agencias sanitarias al respecto. Las exigencias en los cosméticos son mucho menores que en los medicamentos, y si bien en algunos casos se exige demostrar las bondades, el caso es que no hay certeza en la información que recibe el público. Un cosmético natural u orgánico debe ser un producto en el cual las materias primas son obtenidas libres de sustancias sintéticas como pesticidas, herbicidas y fertilizantes; sin modificaciones transgénicas y con un mínimo procesamiento, sin embargo la fuente de los ingredientes no garantiza completamente la seguridad de los consumidores.

El concepto “natural” no tiene una definición aceptada; aunque por lo general se asocia con la ausencia de aditivos artificiales o sintéticos; importante entender que los fabricantes pueden hacer referencia a algún ingrediente en particular y no a la totalidad del producto. En cuanto a las propiedades “hipoalergénicas” de un producto, se puede decir que la composición y los estudios demuestran una menor probabilidad de producir reacciones alérgicas; se debe tener en cuenta que estos estudios son reducidos y por tanto el concepto es debatible.

Por último es importante resaltar que la etiqueta de natural no es garantía de seguridad, a pesar de que muchos cosméticos cumplen su función proporcionando bienestar al usuario con los componentes naturales de sus activos. No hay que olvidar que si presenta alguna reacción adversa de debe suspender de inmediato su uso e indicar a su médico o farmacéutico acerca de la situación.

Redacción y realización: Equipo Farmalium