El calentamiento global puede provocar la llegada de organismos a zonas en donde las condiciones ambientales los limitaban. Este es el caso de los mosquitos transmisores del dengue, chikungunya y zika, insectos que, al aumentar la temperatura, encontraron condiciones propicias para establecerse en zonas más altas. Algunos microorganismos, en particular los hongos, pueden expandirse en entornos que antes eran inhóspitos para su desarrollo.

Los humanos son endotérmicos (de “sangre caliente”), manteniendo una temperatura corporal relativamente constante, dicha temperatura promedio comúnmente aceptada es de 37°C. Este nivel de temperatura explica la tolerancia a las enfermedades fúngicas invasivas, ya que el crecimiento de los hongos patógenos es en promedio de 28° a 30°C. La temperatura “elevada” del ser humano puede ser uno de los aspectos más importantes en su inmunidad antifúngica, los hongos causan la muerte a alrededor de 1,7 millones de personas al año, lo cual es aproximadamente tres veces más que la malaria. El aumento gradual de la temperatura a nivel global, puede generar la selección natural de aquellos hongos que actualmente tienen limitación de crecer por arriba de los 35°C, estos hongos podrían a su vez aumentar el número de infecciones en humanos.

La serie de HBO, The Last of Us, basada en el popular videojuego del mismo nombre, presenta un futuro distópico tras una epidemia causada por el hongo Cordyceps. Según el argumento, este hongo ha mutado debido al calentamiento global y ha causado que los humanos infectados pierdan el control de sí mismos y se conviertan en zombis asesinos. Aunque la historia es ficticia, la realidad es que Cordyceps es un hongo que existe y abarca unas 400 especies en todo el mundo, especialmente en zonas tropicales de Asia y América. El Cordyceps es un parásito de insectos y produce enzimas que degradan la pared del exoesqueleto para colonizarlos. Con el sistema nervioso alterado, los insectos pierden la voluntad y son controlados por los hongos, lo que les conduce a diseminar las esporas y colonizar a otros insectos.

La OMS ha identificado 19 hongos diferentes que cree que son una preocupación importante. Estos incluyen Candida auris, y un hongo, Mucormycetes, que come nuestra carne tan rápido que provoca lesiones faciales graves. Por ahora los Cordyceps “zombificadores” no aparecen amenazando la salud humana, sin embargo, el Candida auris, es un tipo de hongo que a menudo presenta resistencia a múltiples medicamentos y que se contempla como un potencial problema para la salud pública. Expertos argumentan que podríamos estar ante el primer ejemplo de enfermedad micótica derivada del cambio climático.

El calentamiento global podría conducir a la selección de linajes de hongos que son más tolerantes térmicamente, de manera que pueden llegar a violar la zona de restricción térmica de los mamíferos y, por lo menos por ahora, no estamos preparados para enfrentar una pandemia por hongos.

Redacción y realización: Equipo Farmalium